Róisín Murphy: Ruby Blue

Cómo tener clase y saber aprovecharla. Además de que a Róisín le sobra talento por los cuatro costados, viene bien aprendida y es que por si alguien no lo sabía, esta pelirroja fue la cantante de mi bienquerido Moloko (del que nunca descartó su vuelta).

Quizá este disco está a la sombra de su predecesor Overpowered, y aun distando bastante tanto en su manera de concepción del disco como de su resultado final, son los dos meritorios de halagos. En cierto modo, se podría pensar que no tienen nada que ver, y nada más alejado de la realidad, porque como bien hizo con Ruby Blue, esos ritmos y compases bien similares son a Overpowered.

Si bien se dijo que era un fusión no muy clara de jazz, blues y electrónica a partes desiguales, pero está claro que bien acompañada de Matthew Herbert no podía ser de otra forma (acordaos que ha hecho canciones con unas cuantas hortalizas como instrumentos...). En este su primer disco están bien claras las influencias de Moloko, sobre todo la instrumentación, de hecho algunas canciones podría haberlas hasta incluído y no sonarían del todo dispares, denotando como si dijéramos una mayor "oscuridad" en sus melodías, un disco en blanco y negro. Trip-hop y funky mezclados con una demencia blues, que a veces crean una sensacion electrónica (mucho más ligera que su segundo disco) que le dan una ligera extravagancia al conjunto del disco.

"Ruby blue" es meter en una batidora un gran chorro de guitarra con un poco de psicodelia, "sow into you" te invita a bailar con ese estribillo tanto como ella en su vídeo, "sinking feeling" es fumarse una peli de cine negro, o con "dear diary" nos acercamos a ese pop más Things to make and do.

En principio un principio fue lanzado en 3 partes, llamadas "Sequins" 1, 2 y 3, con un artwork impecable de Simon Henwood, utilizando unas pinturas suyas sobre Róisín que invitan a escucharla más que como a la ex vocalista de un grupo. Escúchalo antes de decir que no te gusta.

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